Pacientes denuncian irregularidades en el albergue Sukurame de Villavicencio
Desde hace varios meses, pacientes provenientes de departamentos como Guainía, Vichada, Vaupés y Guaviare que acuden al albergue Sukurame en Villavicencio para recibir atención médica especializada, han denunciado reiteradas irregularidades en los servicios que presta esta institución.
Según testimonios recopilados, la alimentación que se sirve en el albergue es de mala calidad, con predominio de harinas y grasas, y sin considerar las dietas especiales que requieren algunos pacientes. Además, dicen los denunciantes, las porciones han ido disminuyendo con el tiempo y los refrigerios han desaparecido.
«La comida no es agradable, a veces dan una sopa con frijoles, lentejas, pasta y huesos de pollo, como si fuéramos animales», relató uno de los usuarios de manera anónima.
Otra queja recurrente es la falta de acceso a agua potable y para el aseo personal. En una de las dos casas que conforman el albergue, no hay suministro de agua, mientras que en la otra, los botellones de agua se cambian con poca frecuencia, dejando a los pacientes sin este vital líquido por varios días.
«En la casa donde estoy, no hay ni una gota de agua potable. Tenemos que ir a la otra casa a buscar agua limpia para poder tomar», denunció otra persona.
Adicionalmente, los usuarios han manifestado un trato inapropiado por parte de algunos miembros del personal del albergue, quienes los humillan y tratan de forma grosera, incluyendo al gerente de la institución.
«Desde las 4 de la mañana hay una gritería tremenda de los funcionarios, que les hablan de manera irrespetuosa a los pacientes», relató Laura Echavarría, una de las pacientes que ha estado en el albergue en varias ocasiones. A Echavarría, quien lidero la elaboración del derecho de petición, alguno pacientes le dijeron que el gerente les decía que «deberían agradecer que se les está dando alojamiento y alimentación».
Otra queja se refiere al transporte, pues la camioneta que utiliza el albergue para trasladar a los pacientes a sus citas médicas está en muy mal estado y, en ocasiones, el conductor los deja abandonados en el aeropuerto o en los centros de salud por horas, llegando incluso a hacerles perder sus citas.
Casi 40 usuarios han presentado un derecho de petición colectivo ante el albergue, con el fin de que se tomen medidas urgentes para mejorar la calidad de los servicios. Además, han solicitado a las autoridades competentes, como las secretarías de salud y la Defensoría del Pueblo, que intervengan en esta situación y realicen una auditoría al manejo de los recursos destinados a esta institución.
«Es lamentable y preocupante que, como pacientes vulnerables, tengamos que soportar estas condiciones. Esperamos que las autoridades tomen cartas en el asunto y se garantice un trato digno y la prestación adecuada de los servicios», concluyó Echavarría.
El representante legal de la empresa, Jhoban Ulloa, desistió de hacer comentarios al respecto. Pero aseguró que en la última semana han recibido varias auditorías de entidades como la Nueva EPS, la aseguradora a la cual pertenecen muchos de los pacientes que llegan a Sukurame, para verificar el buen funcionamiento del lugar.
Contrario a las denuncias recurrentes de los pacientes, entidades como la Gobernación de Guainía han respaldado el actuar del albergue. Así lo evidencia un comunicado a la opinión pública emitido el 14 de junio de 2024, en el que aseguran que, “durante las inspecciones realizadas en las sedes de Barrancominas, Villavicencio y Bogotá, se constató que, al momento de las visitas, los albergues se encontraban en condiciones óptimas para brindar el servicio contratado a los usuarios, el informe detallado de estas visitas fue compartido y expuesto ante los entes de control”.
Algunos usuarios reconocen que, durante la última semana, en las dos casas de Sukurame en Villavicencio se han mejorado algunos de los servicios de los que se han quejado. Estas “mejoras” coinciden con las auditorias manifestadas por Ulloa, y con el derecho de petición que enviaron los usuarios al albergue el pasado 31 de julio.
Nota del editor: La declaración de Laura Echavarría fue ajustada porque en la nota inicial presentaba una imprecisión.