Inírida, Puerto Carreño y otras ciudades capitales de la Amazonía serán municipios de (mínimo) cuarta categoría

El pasado 12 de junio el Senado de la República aprobó en plenaria el proyecto de Ley que le permite a los municipios de Puerto Carreño, Leticia, Inírida, Mitú, Mocoa y Arauca, pasar a ser de, mínimo, cuarta categoría.

Esto les da a esas ciudades de la Orinoquía y Amazonía, la posibilidad de recibir mayores recursos para inversión y gastos de funcionamiento. Se trata, según el senador Carlos Julio González, ponente del proyecto, de “justicia social, menos centralismo para estos territorios”.

El proyecto de Ley agrega al artículo 6 de la Ley 136 de 1994 un parágrafo que dice que “los municipios ciudades capitales de los departamentos ubicados en la Amazonía o en la Orinoquía, por su condición estratégica, estarán facultados para clasificarse como mínimo en la cuarta categoría. En ningún caso los gastos de funcionamiento de dichos municipios podrán superar el ochenta por ciento (80%) de sus ingresos corrientes de libre destinación”.

Según el representante a la Cámara por Vichada Javier Sánchez, «esta ley permitirá que nuestra capital quede en categoría tercera, lo que implica mayor ingreso de recursos y por ende, un mejor desarrollo de nuestra región».

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El nuevo parágrafo también estipula que, “a partir de la vigencia fiscal siguiente a la aprobación de la presente ley, el Gobierno Nacional deberá asignar una partida en las leyes de Presupuesto General de la Nación para distribuir entre los municipios capitales de Inírida, Leticia, Mitú, Mocoa, Puerto Carreño, San José del Guaviare y Arauca, equivalente a $34.000 millones a precios de 2024”.

“Ya no contarán con los 45.980 millones que tienen para funcionamiento e inversión, sino que pasarán a casi 80.000 millones”, detalló el representante a la Cámara por Guainía Carlos Cuenca, autor de la iniciativa legislativa.

Cuenca también precisó que Arauca, cuya capital ya era de cuarta categoría, también se verá beneficiada con estos recursos adicionales, a pesar de no estar contemplada inicialmente en el proyecto.

Después de la aprobación en el Sendo, lo que sigue es “la conciliación (entre Cámara y Senado) y la sanción presidencial para que sea Ley de la República”.

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