ICBF se pronuncia frente caso de violación de una niña de nueve años en Puerto Carreño

Después de ocho días, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) se pronunció frente a la denuncia realizada el pasado 1 de abril por EL MORICHAL sobre la violación a una niña indígena de nueve años, en hechos ocurridos el 23 de marzo a las afueras de la ciudad de Puerto Carreño.

En un comunicado publicado el pasado 8 de abril, el ICBF aseguró que “dispuso de un equipo interdisciplinario de profesionales, para hacer la verificación de derechos y valoración psicosocial a una niña indígena que habría sido víctima de violencia sexual en hechos denunciados en Puerto Carreño, Vichada”.

La entidad asegura que, “la Defensoría de Familia del Centro Zonal Puerto Carreño activó la ruta para la apertura del Proceso Administrativo de Restablecimiento de Derechos (PARD) y determinó medida de protección en hogar sustituto, para garantizar el cuidado de la niña y verificar el cumplimiento de las valoraciones médicas pertinentes”.

“Mientras tanto, la Fiscalía General de la Nación continúa realizando la investigación de lo ocurrido, con el fin de determinar la responsabilidad de los hechos y judicializar a los responsables”, indica el ICBF.  

Esta es la denuncia de la violación:

El pasado 23 de marzo una niña indígena de la etnia amorúa, de escasamente nueve años de edad, sufrió un brutal ataque sexual a manos de un hombre desconocido que la asechó y la forzó a subirse a una motocicleta para ultrajarla sin piedad.

Fue tan grave el caso, que a la menor le practicaron en el Hospital San Juan de Dios de Puerto Carreño, dos intervenciones quirúrgicas por el daño físico producto de la violación.

EL MORICHAL visitó en el sector de la manga de coleo a la familia indígena de la menor involucrada, quienes agrupados desde sus pequeños cambuches improvisados y múltiples chinchorros a la intemperie, denunciaron el secuestro y brutal ataque sexual. “La dejaron tirada acá, sin piedad”.

La madre de la menor, una indígena amorúa de quien no diremos su nombre por respeto y solidaridad por lo sucedido, detalló lo ocurrido a este medio de comunicación. “Ese hombre no sabemos quién es, la niña indicó que se llama ´Pedro´ y tiene una moto color rojo”, aseguró.

Según la narración de la mujer y los familiares de la pequeña, el sujeto se aprovechó de la situación de mendicidad de la menor, la encontró en la calle y bajo la promesa de compararle pan, la subió a su motocicleta de color “rojo” sobre las 5:00pm, llevándola a las afueras de Puerto Carreño, más allá del CINER (a las afueras de la ciudad), la forzó a tener relaciones sexuales y la torturó para lograr su bestial aberración.

“Él la montó a juro en la moto, la secuestro y se la llevó para hacerle eso, la niña se negó y él, la golpeo su cara, sus ojos y la torturó en su cuerpo. Ella intento huir, pero ese animal le tapo la nariz con algo raro que la mareo y abusó sexualmente de ella. Después que le hiso todo ese daño, vino a las 9:00 de la noche y la lanzó ensangrentada, sucia. La dejó en el suelo y se fue con la luz de la moto apagada”, detalló uno de sus familiares.

De forma inmediata la niña fue llevada a urgencias del Hospital en un taxi. En el centro médico, estuvo internada durante cuatro días bajo hospitalización y observación médica, y según la familia recibió dos cirugías.

La madre de la niña indicó que, por desconocimiento y miedo, no acudió a las autoridades al momento del aberrante suceso. Sin embargo, pide en esta denuncia pública que “la Policía nos ayude. Que esto no quede así, solo porque somos indígenas no puede pasar esto. Ella solo era una niña de 9 años nada más. Queremos justicia para esto”.

El concejal Edward Garcés, quien ha realizado el acompañamiento a esta familia amorúa perteneciente a la Inspección de Casuarito, manifestó que “las autoridades no han hecho ningún pronunciamiento al respecto. Ella es un ser humano, exigimos que capturen a este sujeto, a este enfermo. Pido que las autoridades se pronuncien para garantizarle los derechos a esta niña indígena que fue ultrajada”, dijo el presidente de concejo municipal.

Después de salir del hospital, la niña fue dejada a disposición del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar. Ninguna de las autoridades ni instituciones se ha referido públicamente sobre el caso.

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