
Comunidad de Coco Viejo implementa medidas para proteger sus petroglifos tras acto de vandalismo
Tras el reciente acto de vandalismo que afectó los petroglifos sagrados en el parque Amarru, la comunidad indígena de Coco Viejo ha decidido tomar medidas contundentes para proteger su patrimonio cultural, ambiental y espiritual. A través de un comunicado oficial emitido el 4 de febrero, la comunidad anunció restricciones de acceso, nuevos protocolos para visitantes y una serie de actividades turísticas que buscan generar recursos para la conservación del sitio.
En ejercicio de su autonomía como pueblo indígena, la comunidad ha establecido normas específicas para regular el ingreso al parque Amarru. A partir de la fecha, se prohíbe el acceso a los habitantes de Inírida de lunes a viernes, con el objetivo de reducir el impacto humano en el sitio. Los iniridenses podrán ingresar únicamente los sábados, domingos y festivos, con un costo de 2.000 pesos por persona.
Por otro lado, los turistas nacionales e internacionales tendrán prioridad de acceso, siempre y cuando cuenten con el respaldo de operadores turísticos o agencias autorizadas. El costo de ingreso para estos visitantes será de 15.000 pesos por persona. Además, se permitirá el acceso a entes gubernamentales, pero solo si sus actividades están directamente relacionadas con el bienestar de la comunidad o del parque.
Los permisos de acceso deberán tramitarse previamente con los líderes comunitarios, y los pagos se gestionarán a través del presidente de Turismo Comunitario, el mayor y sabedor Alirio Torcuato, o la capitana Zulma Torcuato Moreno.
Actividades turísticas para la conservación
Con el fin de generar recursos para la protección y mantenimiento del parque Amarru, la comunidad ha diseñado una oferta de actividades turísticas. Entre estas se incluye la guianza para observar petroglifos, con un costo de 80.000 pesos por grupo (máximo 7 personas). También se ofrecen talleres de tejido, barro o arcilla, con un precio de 80.000 pesos por grupo y una duración estimada de dos horas.
Otras actividades disponibles son el avistamiento de aves y el senderismo con enfoque en plantas medicinales, ambas con un costo de 80.000 pesos por grupo. Los ingresos recaudados se destinarán a la elaboración de letreros informativos, la compra de materiales para mantenimiento, la realización de jornadas de limpieza y la creación de un fondo para adquirir herramientas como guadañas. Además, se organizarán ollas comunitarias para alimentar a quienes participen en las labores de conservación.
Preocupación del sector turístico
Nicolás Latorre, representante de los operadores turísticos de Inírida ante la Comisión Regional de Competitividad e Innovación del Guainía, expresó su preocupación por el acto de vandalismo y la falta de educación sobre el patrimonio cultural en la región. «Nos afecta no solo en el turismo, sino en lo que significa el patrimonio para las comunidades indígenas», señaló Latorre.
El incidente ha generado un debate sobre la falta de educación patrimonial en las escuelas locales. «Es preocupante que el presunto responsable sea un joven de Inírida. Esto nos hace cuestionar si en los colegios se está enseñando adecuadamente sobre el valor de nuestro patrimonio», afirmó Latorre.
Aunque el Museo Comunitario ha realizado programas educativos con las escuelas, estos no han sido suficientes para prevenir actos de vandalismo. «Esto nos obliga a aprender a los golpes. La comunidad ha tenido que tomar medidas drásticas para proteger su patrimonio, algo que debió hacerse desde hace mucho tiempo», añadió.
El sector turístico ya ha contactado al Instituto Colombiano de Antropología e Historia (ICANH) para solicitar una intervención urgente que permita restaurar los petroglifos dañados. «Necesitamos saber cómo borrar lo que esta persona hizo y cómo evitar que esto vuelva a ocurrir», agregó Latorre.
Un llamado a la corresponsabilidad
La comunidad de Coco Viejo ha hecho un llamado a la corresponsabilidad entre visitantes, instituciones y autoridades locales. «La guardia indígena no recibe sueldo por su labor; lo hace por amor y compromiso con su territorio. El cuidado del parque Amarru es una tarea de todos», reza el comunicado.
Además, se insta a los visitantes a llevar consigo la basura que generen durante su visita, evitando que los niños de la comunidad sean quienes recojan los desechos. «El parque Amarru es un lugar sagrado y debe ser tratado con respeto», concluyó la comunidad.
Mientras se espera la respuesta del ICANH y otras instituciones, la comunidad de Coco Viejo ha demostrado su determinación para proteger su patrimonio. Las nuevas medidas buscan no solo preservar los petroglifos, sino también generar conciencia sobre la importancia de respetar y valorar el legado cultural de los pueblos indígenas.
Este incidente, aunque lamentable, ha servido como un llamado de atención para fortalecer la educación, la vigilancia y la colaboración entre todos los actores involucrados en la protección del patrimonio cultural del Guainía.