El fin de la Fuerza de Tarea ARES en Guainía y Vichada

Creada en el año 2012, la Fuerza de Tarea Conjunta ARES, bajo el liderazgo de la Fuerza Aérea Colombiana culmina su labor, entregando un balance positivo tras 10 años de operación que le permitieron cumplir la misión encomendada desde su creación: combatir el tráfico ilegal de estupefacientes; erradicar cultivos ilícitos; neutralizar el tráfico de armas, municiones y explosivos, así como disminuir la actividad de los grupos armados ilegales que delinquen en los departamentos del Vichada y Guainía, mediante el desarrollo de operaciones de interdicción aérea, terrestre y fluvial, logrando la destrucción de 240 laboratorios para la producción de pasta base de coca e incautando cerca de 12 toneladas de clorhidrato de cocaína.

Estos éxitos operacionales fueron posibles, explicó la Fuerza Aérea Colombiana, gracias al trabajo de la Fuerza de Tarea ARES apoyado por el Grupo Aéreo del Oriente GAORI, que de manera conjunta con el Ejército Nacional, la Armada de Colombia y coordinada con la Policía Nacional, permitieron conducir operaciones militares de interdicción contra todos los eslabones de la cadena del narcotráfico, contribuyendo directamente a fomentar la cultura de la legalidad en los habitantes de esta región, mejorando a la vez los indicadores de seguridad y convivencia ciudadana.

Como resultado del liderazgo de la Fuerza de Tarea Conjunta ARES en los departamentos de Guainía y Vichada, los cultivos ilícitos disminuyeron en un 91%, pasando de 1.543 hectáreas en el año 2012 a 140 hectáreas a finales del 2020, de acuerdo con el reporte emitido por la Oficina de las Naciones Unidas Contra las Drogas y el Crimen (UNODC-SIMCI, 2021), situación que evidencia el éxito de la lucha permanente contra el narcotráfico, sumado al éxito del programa de sustitución voluntaria de cultivos ilícitos en esta región del país.

El cacao, proyecto productivo que logro reemplazar la coca en el Alto Vichada

Como una de las estrategias para combatir el flagelo del narcotráfico en esta región del país, en el año 2013, el Ministerio de Defensa, la Fuerza Aérea Colombiana, la Fuerza de Tarea Conjunta ARES junto con la Gobernación del Vichada y las comunidades de las Inspecciones de Chupave, Güerima y Puerto Príncipe del municipio de Cumaribo, desarrollaron el proyecto inicialmente llamado “Desarrollo Integral del Alto Vichada”, que consideraba el cultivo del cacao como una alternativa sostenible para la sustitución de cultivos de coca en la región. A partir de este proyecto, la Fuerza Aérea planteó la iniciativa de remplazar las plantaciones de coca por el cultivo del cacao, y en coordinación directa con la Gobernación del Vichada, se dieron los primeros pasos para la adquisición y distribución de semillas de cacao a familias que recibieron ayudas en sostenimiento, capacitación y equipos por un valor aproximado de 1.000 millones de pesos.

Entre los años 2013 y 2014 se inició el proceso de siembra de las primeras plantas de cacao, pero aún sin el concepto total y colectivo de sustitución de los cultivos ilícitos; el acercamiento con las comunidades, quienes estaban expectantes por emprender un cambio en su estilo de vida hacia la legalidad fue fundamental para avanzar en el logro de la sustitución de cultivos ilícitos. Durante el año 2015, se dio el apoyo de la Alta Consejería para la Estabilización y Consolidación del Territorio, firmando el primer documento en el mes de octubre de 2016, fecha en la que se dio inicio formal y verificable al acuerdo colectivo para la sustitución voluntaria de cultivos ilícitos en esta región.

Adicionalmente en el 2016, se creó mediante el Decreto-Ley 896, el Programa Nacional Integral de Sustitución Voluntaria de Cultivos de Uso Ilícito (PNIS), con el fin de generar las condiciones materiales e inmateriales de bienestar y buen vivir para las poblaciones afectadas por los cultivos de uso ilícito, en particular, para las comunidades campesinas en situación de pobreza que en ese momento derivaban su sustento de ese tipo de siembras. Este hecho significó un impulso significativo para la formalización y verificación del cumplimiento de los compromisos voluntarios de sustitución de cultivos ilícitos.

Desde entonces, el PNIS ha contribuido directamente a la formalización de las 826 familias campesinas que se matricularon voluntariamente con el proyecto, logrando focalizar esfuerzos en el aspecto social como raíz de la problemática de los cultivos ilícitos, garantizando que las familias cultivadoras de cacao reciban beneficios de este programa, permitiendo hacer una verdadera transición hacia legalidad de los proyectos productivos.

Durante el mismo 2016, bajo el liderazgo de la FAC se realizó el convenio con la empresa Casa Luker para la compra del cacao, contribuyendo a la creación de la Organización de Pequeños Productores Agropecuarios del Alto Vichada – PROAGRO, conformada por pequeños productores de cacao de alta calidad; donde Casa Luker adquirió el compromiso de comprar la cosecha durante los años siguientes, pagando el flete del transporte, el valor del kilo de cacao a la cotización internacional del momento, y a realizar capacitaciones en su casa matriz y otras in situ, así como un denominado Plan Cosecha, como programa integral en la región. Este hecho representó un impulso definitivo al proyecto productivo, ya que los campesinos productores tuvieron asegurada la compra de sus cosechas a un precio justo, sumado al apoyo definitivo de su Fuerza Aérea Colombiana quien transporta el cacao de Güerima hasta las instalaciones de Casa Luker en la ciudad de Bogotá, superando las limitaciones de transporte que facilitan la comercialización del producto.

La Fuerza Aérea Colombiana además de garantizar el transporte aéreo de 73.560 kilos de cacao, empleando más de 150 horas de vuelo, ha contribuido al éxito de este proyecto productivo, mediante el traslado de personal técnico que anualmente capacita a las familias campesinas pertenecientes al programa, así como el transporte de materiales de construcción para otros proyectos productivos que se adelantan en la región como el trapiche panelero, entre otros, que hoy son realidad gracias al empleo de las capacidades del poder aéreo, puestas al servicio de los planes de desarrollo de esta región.

El impacto de este exitoso proyecto, toma relevancia nacional, al constituirse como ejemplo vivo de una comunidad exitosa y renaciente, que decide, acompañada por las Instituciones de Estado, dejar atrás las historias de violencia y criminalidad que azotaron la región en el pasado; adoptando la cultura de la legalidad en un proyecto productivo que gracias al apoyo decidido de su Fuerza Aérea Colombiana, es hoy en día una realidad que puede ser replicada en otras zonas vulnerables del país, brindando mejores condiciones de vida a comunidades que fueron afectadas por el flagelo del narcotráfico.

Las comunidades del departamento del Vichada, que hacen parte de este destacado modelo productivo, continuarán contando con el apoyo decidido de su Fuerza Aérea Colombiana que garantizará el transporte de las cosechas de cacao hacia el centro del país, brindando permanente asesoría y acompañamiento a través del Grupo Aéreo del Oriente, ratificando el compromiso permanente con el desarrollo social y el progreso económico de la región.

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