Un alma compartida: el rio Meta

Por José Luis Jaramillo Buitrago*
Fotografía de: El Rincón del Colombiano. Bocas del rio Meta, Puerto Carreño - Vichada Foto: Rosevel Rodríguez León.

En otras épocas, antes de que los inmensos Llanos se llenaran de cicatrices de alambre y estacas, los ríos eran no solo una guía para quien sabaneaba sus atajos, sino también fuente de vida, cuentos, leyendas, trabajo, anécdotas, querencias y mundos. El rio Meta, como muchos cuerpos de agua de los Llanos Orientales, está revestido de esa aura majestuosa. Une, en su serpenteo, a dos países; cuatro departamentos colombianos (Arauca, Casanare, Meta y Vichada) y un estado venezolano (Apure). Es el objeto de pasajes, coplas, “cachos” y zapateos tanto como de la ilusión de los desposeídos y exiliados. En fin, entre sus alas palpita el sentir del alma llanera que rebaza las fronteras que el poder ha trazado. Hay quienes le llaman hombre, por proveer de sustento al pescador, al indígena y quien se lo solicite; y hay quienes le ven un alma femenina por su carácter caprichoso y diligente. Tiene vida en sí mismo y lo pueblan multitud de seres que comen de su fruto; desde la raya que se desliza en sus fondos, pasando por los icónicos amarillos y bagres blancos, hasta espíritus que cuidan y pastan sus orillas como el mohán, la madre monte, el cazador o el leñador fantasma (entre muchos otros).

El rio Meta une, en lo geográfico, porque ha fungido como principal vía de comunicación entre las diferentes comunidades originarias del territorio tanto como lo llegó a ser para los misioneros europeos durante la colonia y la república, así como para los diferentes gobiernos nacionales cuyos proyectos han impuesto sus visiones sobre un territorio vivo. Une, en lo social, pues sobre sus aguas gravita no solo el arte y la cultura llanera, sino el trabajo, los modos de producción económica y los sueños de millones de corazones que se ganan la vida en él. Une, en lo biológico al pertenecer a una misma cuenca hidrográfica, la gran cuenca del mítico Orinoco, en cuyas aguas y riveras se crían multitud de especies comunes, vegetales y animales. Y en lo espiritual, si se le quiere dar un nombre, mece en su seno mitos, leyendas e historias desde cuyas palabras se forma el alma de la región, desde el llanero regio de la sabana hasta el inmigrante cuyos pies cansados han buscado, desde hace mucho tiempo, un hogar entre sus gentes.

Pero no está exento de contradicciones pues los gobiernos han querido volver suyo lo que es de todos y han intentado hacer usufructo de él sin tomar en cuenta las propias comunidades que lo habitan. Desde proyectos comerciales como los vapores del señor Bonnet, pasando por el famoso “Expreso Ganadero” y la ganadería extensiva misma, hasta una agroindustria voraz e indolente ante el uso excesivo de pesticidas, sin olvidar la industria petrolera y palmera, cuya memoria aún guarda mucho sobre el Conflicto Armado y la expropiación ilegal de tierras. También se ha intentado aumentar la navegabilidad en sus aguas, de nuevo, sin entender la fragilidad de su ecosistema, como durante los gobiernos de Uribe Vélez.

Todos estos elementos, de diferente procedencia y que causan multitud de respuestas, no son indiferentes a las actuales poblaciones que rozan sus orillas. Tanto sus problemas como sus logros, sus alcances y desencantos, sus coplas y sus versos, todos son comunes a los pueblos cuya vida se entronca con la vida misma del rio. Desde Vichada hasta Casanare, desde el piedemonte llanero en Colombia hasta el estado de Apure en Venezuela, todos comparten un mismo latido que corre a través de sus aproximadamente mil kilómetros de largo, murmurando la tonada de un mundo compartido.

Bibliografía para consultar:

  • Ardila, D. (2016) El río Meta y los proyectos para la integración de los Llanos Orientales colombianos, desde la Colonia hasta el siglo XXI. Anuario de Historia Regional y de las Fronteras, 21(2), DOI: http://dx.doi.org/10.18273/revanua.v21n2-2016011
  • Ardila, D. y Serje, M. (2017). El río como infraestructura: paisaje y navegación en el río Meta, Colombia. Fronteiras: Journal of Social, Technological and Environmental Science, 6(1). 95-119. http://revistas.unievangelica.edu.br/index.php/fronteiras. DOI http://dx.doi.org/10.21664/2238-8869.2017v6i1.p95-119. ISSN 2238-8869
  • Flórez, M. y Ramírez, M. (2007). Academia y transporte fluvial rural: Reflexiones a partir de un estudio de caso. Revista Orinoquía, 11(2). 9-16. https://repositorio.unillanos.edu.co/handle/001/2388
  • Gauta, B. (2021) Violencia paramilitar, despojo y extranjerización de la tierra en el Meta. Revista Cambios y Permanencias, 12(1). 967-999. ISSN: 2027-5528. https://revistas.uis.edu.co/index.php/revistacyp/article/view/12418
  • Gómez, A. (1991) Indios, colonos y conflictos. Una historia regional de los llaos orientales 1870-1970. Editorial Siglo XXI
  • Instituto Departamental de Cultura del Meta (2023) Plan Especial de Salvaguarda de los conocimientos tradicionales asociados a la pesca en el rio Meta. https://drive.google.com/file/d/1n_qOM9Rx2wmHYohKBA1z7dlWy7GJXyf8/view
  • Junguito, R. (2011). Transportes fluviales y desarrollo empresarial en Colombia: la empresa El Libertador de Navegación a Vapor por el Río Meta, 1892-99. Anuario – Centro de Estudios Económicos de la Empresa y el Desarrollo, 3(3). 45-84. http://bibliotecadigital.econ.uba.ar/econ/collection/aceeed/document/aceeed_v3_n3_02
  • Rausch, J. (2003) Una mirada desde la periferia: desarrollos en la historia de la frontera colombiana, desde 1970 hasta el presente. Fronteras de la historia, 8. 251-260. https://revistas.icanh.gov.co/index.php/fh/article/view/675
  • Rey, O. (2020) Explotación y comercio de materias primas en la transformación de los llanos orientales de Colombia. [Tesis doctoral]. Repositorio Institucional UN.

*Colaboración con: Fundación Cultural Llano Adentro

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