El suicidio de un adolescente enluta a Santa Rosalía
Por: Nataly Ortiz Carmona
En la madrugada del pasado viernes 24 de marzo, un lamentable hecho sacudió a Santa Rosalía, Vichada, se trata de la muerte de Diego Andrés Fernández Pardo, un joven de 16 años que fue encontrado sin vida por sus familiares, sujetado a una soga en el patio de su casa.
De acuerdo con amigos cercanos a Diego Andrés, él era un joven que se destacaba por su liderazgo y por su labor social, se desempeñaba como personero estudiantil en su institución educativa y hacía parte del voluntariado de Bomberos del Municipio.
“Mi hermano era una persona super gentil, amoroso, siempre queriendo ayudar a los demás, pensaba mucho en el futuro y en lo que quería hacer […] siempre fue un niño muy sentimental y lo recordaré como el niño noble y sonriente quien quería ser un gran ingeniero”, dijo a EL MORICHAL Katherine Pardo, hermana mayor de Diego.
Este suceso tomó por sorpresa a la comunidad entera. En relación con lo que dice su familia, nunca dio señales de alerta, siempre demostró ser un niño estable emocionalmente. Sin lugar a dudas es un hecho que enciende las alarmas de las autoridades, pues es el segundo caso de suicidio que se presenta en solo una semana en el departamento de Vichada. El pasado lunes 20 de marzo el cuerpo de un joven de 17 años, con un lazo en su cuello y colgando de un árbol, fue hallado en una calle de Puerto Carreño.
Aunque son muy pocos los registros que Santa Rosalía tiene de hechos suicidas. La Alcaldía de Santa Rosalía, desde la oficina de Salud Pública, ha ido trabajando en la realización de actividades de prevención y promoción a través del Plan de Intervenciones Colectivas (PIC). De acuerdo la Organización Mundial de la Salud, el suicidio es una de las principales causas de muerte en el mundo y aseguran que prevenirlo debe ser una prioridad en las agendas nacionales y territoriales de cada país.
Según Lenys Moreno, encargada de la oficina de Salud Pública en el Municipio, desde el año anterior se empezaron a tomar acciones, el Plan de Intervenciones Colectivas (PIC) empezó a trabajar en una campaña que se llamó “Prevenir es preguntar», consistía en capacitar a las personas para reconocer los signos de alarma de la gente que tiene depresión o comportamientos suicidas.
“Esta campaña precisamente se realizó en los colegios y estaba encaminada al reconocimiento de este tipo de casos”, aseguró Moreno. “El suicidio de este joven fue una sorpresa, pues nunca despertó ninguna sospecha por parte de los miembros cercanos y de las personas que lo rodeaban porque nunca lo refirió, y su familia nunca detectó alteraciones de ese tipo”, dijo la funcionaria.
Aunque la Alcaldía ha reunido esfuerzos para incluir este tipo de problemáticas en su plan de desarrollo, la comunidad siente que deberían existir estrategias más fuertes para que situaciones como la de Diego no se presenten. “Las autoridades competentes deberían prestarles más atención a estos temas, es preocupante”, manifestó Felipe Corrales, habitante de Santa Rosalía. “Deben existir unas estrategias permanentes que identifiquen y garanticen la protección a personas que puedan presentar problemas de salud mental”.
Desde Salud Pública insisten en que la Comisaría de Familia cuenta con un equipo interdisciplinario y un profesional en el área de psicología en donde se han atendido varios casos de alteraciones de la salud mental y que han solicitado un psicólogo clínico, teniendo en cuenta que el municipio necesita un profesional especializado en casos de ideaciones suicidas.
Pardo, la hermana de Diego, insiste que las autoridades deberían prestarle más atención a estos casos, “mi hermano siempre se veía bien y muy sonriente pero mira como terminó […] hay que ponerle la lupa a este tema para que no le pase a más niños, ellos necesitan ayuda aunque se vean sonrientes”.