¡Sin descanso hasta que Puerto Carreño cuente con electricidad digna!
Por: Yidis Gahona
Hoy escribo estas líneas con tristeza y con el telón de fondo de un racionamiento de energía escalonado que pone en jaque la cotidianidad de los hogares en Puerto Carreño. Entran en crisis el comercio, la prestación de servicios financieros y, entre otras cosas, la comodidad de nuestros niños en los salones de clase y el bienestar de todos en general. Pocas cosas hay tan indignantes como corroborar que en pleno siglo XXI, momento en que la inteligencia artificial y la robótica resuelven problemas básicos de muchas maneras, el departamento hace parte del 3% del territorio del país al que no se le garantiza, de manera continua y sin restricciones, el derecho a la energía.
Parecemos congelados en la historia. Vienen a mí memorias de cuando cursaba el bachillerato y teníamos que sacar adelante las responsabilidades escolares antes de que se terminara el día o de lo contrario, nos veíamos obligados a estudiar con velas. Ni hablar de ver un programa de televisión, pues era necesario superar dos retos: 1) encontrar quien tuviera un televisor y planta eléctrica propia y 2) que esa persona permitiera, aunque sea desde el margen de la ventana, observar la TV.
Hago un llamado a que los próximos alcaldes municipales, concejales, diputados, representantes a la Cámara, el gobernador y quienes podamos visibilizar esta problemática a nivel nacional, no descansemos en el esfuerzo de reclamar lo justo para nuestro territorio.
Aunque recordemos con gratitud estas anécdotas, pues sabemos que hablan de las dificultades que moldearon nuestro espíritu luchador como vichadenses, deben quedarse en el pasado. Por eso hoy hago un llamado a que los próximos alcaldes municipales, concejales, diputados, representantes a la Cámara, el gobernador y quienes podamos visibilizar esta problemática a nivel nacional, no descansemos en el esfuerzo de reclamar lo justo para nuestro territorio.
En lo personal, he recibido el ejemplo de los líderes de los barrios y de los vecinos interesados, que han dirigido cartas al Presidente y al ministro de Minas y no han cesado en la exigencia de contar con fluido eléctrico permanente. Asimismo, de nuestros medios de comunicación que han amplificado con persistencia lo que nos ocurre. A título personal, he insistido en que sea atendida, definitivamente, esta carencia, dándola a conocer a congresistas y entidades del Gobierno nacional.
Tenemos caminos para avanzar. El primero de ellos es retomar la interconexión con Venezuela, la cual nos permitió contar con electricidad las 24 horas y con ella, vino una mejora en todos los ámbitos de nuestra vida. Otra ruta consiste en que la empresa privada y los gobiernos hagan una apuesta intensiva por incorporar fuentes no convencionales de energías renovables, como las solares. Una más es extender la conexión eléctrica del Meta y por último, proveer de plantas eléctricas a Electrovichada, para que, a partir de ellas, se distribuya electricidad a Puerto Carreño.
Finalmente, reitero que estamos ante un desafío que amerita una ciudadanía activa, ya que si bien esta es una responsabilidad de la empresa departamental, nos corresponde hacer veeduría sobre las soluciones que se implementen, facilitar el trabajo de las autoridades y, en última instancia, mostrarle al país que existe una extensa zona de su geografía que requiere de unos mínimos para construir sus propias oportunidades de progreso.