
Sembrando vida: Las mujeres indígenas y el alma de la chagra
Autora: Leni Viviana Murcia Naranjo*
La chagra es un sistema de producción agrícola, usado especialmente por los indígenas en la Amazonía como fuente de subsistencia para cultivar alimentos y como espacio sagrado que permite la integración de las tradiciones y cultura de los pueblos.
La chagra también puede ser presentada en su definición como una de las múltiples perspectivas y estrategias de la soberanía, seguridad y autonomía alimentaria, por ejemplo, porque permite que los niños y jóvenes aprendan los saberes ancestrales en relación con los alimentos, la naturaleza y su identidad indígena, también propende por fortalecer el rol femenino al interior de las comunidades y los territorios, así como procesos de restauración ambiental, gobernanza y autonomía.
El modo de vida de los indígenas amazónicos se basa en una profunda conexión con la naturaleza y su conocimiento ancestral que les permite aprovechar los recursos de manera sostenible. El bosque, el río y las áreas de cultivo son elementos clave en su sistema de vida, donde cada uno cumple una función específica y se encuentra interrelacionado con los demás. Esta estrecha relación entre los indígenas y la naturaleza ha dado lugar a la chagra en los pueblos Huitoto, Andoque y Muiname, por tan solo mencionar algunos.
El modelo de la chagra es interesante no solo por la cosmogonía indígena fascinante sino porque cuando se observa en sus elementos identitarios, se denota en primer lugar, como la mujer es la portadora del conocimiento sobre las plantas, los cultivos, la domesticación, los procesos de mejoramiento e innovación, la diversificación, y la protección de la naturaleza.
Por otro lado, permite reconocer las prácticas indígenas como ejemplos de autorregulación ambiental, en especial, por el uso de calendarios climáticos, hidrográficos y culturales por los que se rigen, un ejemplo de esto son las actividades que desarrollan en el período más seco del año y cuando el río presenta los niveles más bajos, o las que realizan en el período de lluvias que coincide con la creciente del río. Por último, es común observar los procesos de trabajo dependiendo si el ciclo productivo es un cultivo transitorio, huerto agroforestal o rastrojo y de los frutales.
Sobre este aspecto, la chagra no es solo un espacio de tierra cultivable, sino un ciclo de producción y vida, que se entiende de forma circular y no lineal, con diferentes momentos que pueden resumirse así: 1. Escogencia del lugar de la chagra por su tipo de suelo y ubicación del terreno; 2. Curación del terreno para que tenga las mejores condiciones en la siembra, es cuando un chamán por medio de un ritual ancestral pide permiso para usar la tierra y para que los animales que allí habitan se alejen y no se vean afectados por las actividades que se realizarán; 3. La socola y la tumba, que son la tala de toda la vegetación pequeña y de los árboles de mayor tamaño (usualmente esta actividad implica el trabajo de los hombres e hijos de la familia); 4. La quema, un momento donde se integra la mujer para usar el fuego controladamente en la parcela de la chagra; 5. El momento de la siembra, que se distribuye de acuerdo con la afinidad de asociación de las plantas, por ejemplo, la yuca se siembra en toda la chagra, las plantas medicinales en los sitios mejor quemados, los frutales son protegidos por los cultivos transitorios, las hortalizas y el tabaco se establecen preferiblemente en el centro de la chagra, la coca se siembra en pequeños lotes, en cambio, la piña se distribuye en lotes grandes intercalados con todos los cultivos; 6. El desyerbe, que implica el cuidado de la chagra y el control de plagas; 7. La cosecha como proceso de recolección de los productos cultivados, como frutas, tubérculos y semillas que han alcanzado su madurez óptima; 8. Abandono y devolución, el paso final y más importante porque el terreno cumple su ciclo, gracias a la fertilidad de la tierra se obtuvieron los alimentos así que el chamán realiza nuevamente un ritual para que se regenere la naturaleza.
Es así como la chagra es un modelo de permacultura como filosofía de vida sostenible cuya forma de sembrar, cuidar el territorio y conocer el uso de las plantas, semillas y alimentos busca imitar los patrones de la naturaleza para diseñar un sistema productivo, alimenticio, medicinal y educativo. Resulta interesante que la permacultura sea replicada en nuestras otras regiones del país. El manejo del bosque y la agricultura en las comunidades indígenas amazónicas es un sistema altamente sofisticado, producto de miles de años de adaptación al entorno. Su conocimiento abarca desde la clasificación detallada de especies y ecosistemas hasta el desarrollo de técnicas agronómicas precisas. La agricultura de chagras es un ejemplo de agroforestería dinámica demuestra la capacidad de estas comunidades para manejar los recursos naturales de manera sostenible y en armonía con el medio ambiente.
En conclusión, la chagra y sus dinámicas nos presentan la valía del conocimiento ancestral, el rol protagónico de las mujeres indígenas en la soberanía, seguridad y autonomía alimentaria y, que el alma del territorio, es el legado de la vida que se transmite de generación en generación a través de las semillas, los cultivos y los alimentos.
* Este artículo hace parte de la colaboración ente EL MORICHAL y la Fundación Cultural Llano Adentro