¿Quedarán sirviendo para nada?

Todo parece indicar que los puentes de caño Pato y caño Cangrejo, en los que la gobernación de Guainía invirtió 15.211 millones de pesos, quedarán definitivamente en veremos. El contrato fue terminado el 8 de diciembre de 2022 por vencimiento del plazo extintivo de duración del mismo. Quedó pendiente por ejecutar el 19,59% de la obra, correspondiente a los accesos de aproximación o «aproches» a la plataforma de cada uno de los puentes.

El contrato de la millonaria obra se firmó el 28 de diciembre de 2017 y su ejecución empezó el 5 de junio de 2018. Como el plazo proyectado para finalización era de 11 meses, los puentes debían estar terminados el 4 de mayo de 2019. Sin embargo, en Guainía uno puede saber cuando inician las obras, pero no cuando las terminan, si es que las terminan. 

Según la última actualización de información del contrato en el Secop, un acta aclaratoria publicada el 9 de septiembre de 2022, la obra tuvo cinco prórrogas, que suman un tiempo de 23 meses. Además, el proyecto estuvo suspendido en seis oportunidades, cerca de once meses, sin contar el tiempo del confinamiento decretado en el marco de la pandemia de la Covid-19.

Pero de prórroga en prórroga y de suspensión en suspensión la conclusión de la obra se fue retrasando al punto de que, el 8 de diciembre de 2022, el contrato terminó por vencimiento del plazo extintivo de duración. La realidad es que desde inicios del año 2021 en las obras de los puentes el contratista no volvió a mover un solo dedo. 

Archivo EL MORICHAL.

Según Carlos Mario Martínez, secretario de Planeación e Infraestructura Departamental, la obra quedó en un 80,41% de ejecución. Pero, los puentes no tienen ninguna utilidad porque el 19.59% de ejecución faltante corresponde a las rampas de acceso. En el caso de concreto de caño Pato, el puente tiene cinco metros de ancho y 120 de largo, con una altura de cuatro metros y medio. Sin los accesos, los tractores que circulan por el lugar no pueden acceder a la plataforma. 

El secretario Martínez, dando respuesta a un derecho de petición interpuesto por EL MORICHAL, confirmó que el avance financiero del contrato es también del 80,41%. Es decir, de los 15.211 millones de pesos que costaban las obras, el contratista recibió la suma de $12.231 millones. Los 2.980 millones de pesos restantes, correspondientes al 19,59%, era lo que costaba construir los accesos de los dos puentes.

Pese a que la Contraloría General de la Nación ha catalogado a los puentes como elefantes blancos del departamento y la Procuraduría General abrió a mediados del 2023 una investigación disciplinaria contra el exgobernador Juan Carlos Iral y el representante de la firma interventora (la cual tiene un contrato por 913 millones de pesos), la obra parece no tener dolientes. Hasta un paro han hecho los transportadores, tratando de buscar eco y soluciones a la problemática.

El proyecto de los puentes se contrató bajo la administración de Javier Zapata, quien gobernó al Guainía entre el 2016 y el 2019 y hoy está pagando una condena de más de nueve años por corrupción durante su mandato.

Archivo EL MORICHAL.

La importancia de la obra

Los dos puentes inconclusos son importantes para las comunidades del sur del departamento de Guainía. Pero el de mayor relevancia es el de caño Pato, puesto que está ubicado en medio de una trocha de 70 kilómetros que conecta al rio Inírida, a la altura de la comunidad de Huesito, con el caño Guamirza. 

Por esa vía se movilizan unas 150 toneladas de carga mensualmente en tractores y un solo camión acondicionado para la agreste carretera, con toda clase de carga y víveres para los habitantes que habitan en la cuenca del rio Guainía y sus afluentes, incluyendo las poblaciones de Puerto Colombia y San Felipe. La trocha también se utiliza para el tránsito de pasajeros.

A falta del puente de Pato, durante la temporada de lluvias, los transportadores se ven obligados a utilizar un planchón para cruzar el caño Pato, poniendo en riesgo la carga que movilizan, y hasta su propia vida.

Los tractoristas han reiterado en varias oportunidades a través de este medio de comunicación que, “ese puente sería de gran alivio para nosotros”.

Puente de caño Cangrejo.

Por su parte, el puente de caño Cangrejo está ubicado en el corregimiento de San Felipe y fue proyecto para conectar a la comunidad indígena de Cangrejo con el casco urbano. Pese a que a ese puente le hacen falta las rampas de acceso, la comunidad logró acondicionarlo para el cruce de peatones. 

En conclusión, la falta de planeación, seguimiento y control adecuados por parte de las autoridades sobre el contrato han llevado a que los puentes de Caño Pato y Caño Cangrejo se encuentren actualmente en un limbo, sin poder prestar el servicio para el cual fueron concebidos. Esta situación no solo representa un detrimento patrimonial para el departamento, sino también un duro golpe para las comunidades indígenas que esperaban ver mejoradas sus condiciones de movilidad y acceso a bienes y servicios esenciales. 

Queda en manos de la actual administración departamental retomar este proyecto y encontrar una solución definitiva que permita aprovechar los recursos ya invertidos y culminar una obra tan necesaria para el desarrollo de esta apartada región del país.

Comunidad de Cangrejo. Al fondo, el puente inconcluso.

One thought on “¿Quedarán sirviendo para nada?

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *