[Opinión] El Vichada de hoy quiere ser diferente, pero las circunstancias no se lo permiten
Por: Sergio Correa Jácome
En este momento el Vichada tiene los más altos índices de temperatura, pero no de calor, si no de la contienda política que se avecina para elegir a los mandatarios que van a ocupar las más altas dignidades en alcaldías, concejos municipales, la Asamblea Departamental y la Gobernación.
En los municipios de Puerto Carreño, Cumaribo, Santa Rosalía y La Primavera ya se escuchan voces de múltiples candidatos, quienes tienen alterado el sueño a causa de las titánicas pruebas que tienen que superar en una contienda electoral.
Es una etapa crucial, que no es indiferente a los ciudadanos que residen en el departamento, más aún cuando el mañoco de la casa depende de los resultados que arroje la Registraduría.
Nadie quiere ser el próximo “quemao”, todos quieren ganar, por esa razón se embisten de poderes extraordinarios que nacen a veces del apasionamiento, para convertirse en los mejores asesores políticos de los candidatos, con la estrecha ilusión de ser el acreedor de una de las chequeras de la campaña o blindarse en un empleo público, o quizás, emprender con una que otra contratación de mínima cuantía.
Eso sí, dicha labor aprendida empíricamente, va creciendo como matapalo en palma, que acaba con la figura del votante regular, para darle paso a los líderes de causas sociales que solo tienen actividad durante el periodo del calendario electoral. El Facebook y el WhatsApp son la herramienta perfecta y más usada para los discretos, los obligados, los anónimos y los apasionados en política, en donde ventilan a su candidato de preferencia o despotrican de los demás, sin la necesidad de tener ese embarazoso momento de compartir “face to face” (cara a cara), ese sentimiento que tanto los atormenta.
Y lo anterior no me lo aconsejó mi esposa, ni tampoco mi abuelo, lo digo porque mis oídos muchas veces lo oyeron; aquí en el Vichada se creció una bolsa de celos, donde se pierden familias y amigos, a causa de apegos temporalmente sinceros.
A fin de cuentas, estos son los resultados de la tolerancia al manejo político en el Vichada, lo cual ha causado revuelo, pues cada 4 años se tienen consignas, para unos, de que el ganador será el candidato que tenga el dinero; y para otros, el bienaventurado transformador que tuvo un camino trochero.