Nobeldrecht
Por: Nicolás Ordónez
La vida política tiene tantas dinámicas que en medio de tantas dificultades la luz que se ocultaba bajo un manto oscuro reaparece en el alba del día por llegar; eso paso en las últimas dos semana en Colombia, cuando el gobierno de Juan Manuel Santos quiso pasarle el balón de la corrupción al Centro Democrático, después de haberle arrebatado el de la victoria del Plebiscito, se encontró en un fuera de lugar de amplias dimensiones, pues lejos estuvo de imaginar el Presidente de la República que sus acusaciones iban a terminar de manchar su candidatura a la Presidencia en 2014.
Santos, aún con un Premio Nobel, esta lejos de convencer al país pues su juego de póker ya el país lo conoce y esto le ha costado mucho, más ahora que se conoce que a su campaña llegaron presuntamente un millón de dólares de la firma Odebrecht, lo cual es un delito de alto nivel para quien ocupe un cargo público, más si éste es el de la figura que representa a todo el pueblo colombiano.
Juan Manuel Santos, cambio su programa de gobierno en 2010 luego de hacerse elegir, se robo la elección de Oscar Iván Zuluaga en 2014, en 2016 luego de verse derrotado encontró entre mecanismos institucionales y la complacencia del legislativo para transgredir la decisión mayoritaria del pueblo colombiano en el Plebiscito, ahora nos enteramos que entraron dineros a su campaña los cuales no cumplían con los requerimientos legales y como si fuera poco se gano el Nobel acosta de todo lo anterior.
Ahora es preocupante el mensaje que tiene la comunidad frente al tema que hoy atraviesa Santos, que se resume en esto “Ha pasado por cosas peores, de esta se sale fácil”, lo cual es un mensaje que esta en nosotros cambiar, jamás deberíamos permitir esto de quien nos gobierna; de comprobarse que hubo abuso en la campaña a la Presidencia de Santos en 2014, el pueblo colombiano debería levantar la voz y acorde a la constitución exigir una respuesta eficiente por parte del primer mandatario y las consecuencias que esto requiere
Llego la hora de exigir que hayan cambios, que quienes nos representen tenga la virtud de hacerlo con dignidad, que el millón que pego a Santos en las emisoras, solamente haga parte del recuerdo que esta lejos ser inocuo del cual los colombiano ya nos cansamos, en las manos de Dios y de nuestros tres precandidatos cambiar esta situación.