Las trabas que tiene la Mesa Permanente de Concertación de los pueblos indígenas del Vichada
Javier Sánchez - Secretario Técnico Mesa de Concertación
En marzo de 2016 la Organización Nacional Indígena de Colombia ONIC, convocó la Minga Nacional de Resistencia Indígena y Popular, todas las organizaciones regionales, zonales y asociaciones filiales se concentraron y marcharon en distintas regiones del país; en el departamento del Vichada, la concentración se dio en Puerto Carreño a través de una manifestación pacífica que duró más de 15 días y que fue motivada y convocada por las organizaciones indígenas ORPIBO, ASOCSIAM, AUTIPC y el Cabildo en Contexto Urbano, apoyó ACATISEMA, autoridades y líderes indígenas de los municipios de Cumaribo, Santa Rosalía y La Primavera. El resultado de esos días de resistencia y de la Comisión Designada por los Indígenas para interlocutar con el gobierno departamental fue que el gobierno aceptara suscribir un decreto que le diera vida jurídica a un espacio de diálogo y concertación del más alto nivel.
Aunque el decreto no se suscribió de inmediato también hay que reconocer que el Gobierno tenía en el Plan de Desarrollo la creación de la Mesa de Concertación y por sugerencia del CRIVI y de Palameku se solicitó que el instrumento que le diera vida jurídica a este espacio se hiciera en una Asamblea General con la presencia de todas las Autoridades Indígenas del Departamento del Vichada, fue así que el 30 de agosto en el municipio de Cumaribo, con la presencia del Gobierno departamental, los secretarios de despacho, los alcaldes de los 4 municipios del Vichada, la Defensoría del Pueblo, la Personería Municipal de Cumaribo, delegados del Ministerio del Interior y el acompañamiento de la Organización Nacional Indígena de Colombia ONIC, se firmó el Decreto 348.
Fue un momento histórico para los Pueblos Indígenas del Vichada, pasamos de la resistencia al diálogo, soñamos concertar las políticas públicas, creímos lograr avanzar y por supuesto concertar partidas presupuestales y actos administrativos que están sustentados en el contenido del decreto. Hoy tan sólo realizadas dos sesiones de la Mesa de Concertación el resultado es desolador. Contamos con una oficina arreglada a medias, sin dotación de ninguna índole, sin equipos y eso que se firmaron acuerdos y compromisos al respecto. No hay determinadas partidas presupuestales para el funcionamiento de la Mesa de Concertación y para que los 17 delegados cumplan su trabajo. La Asamblea departamental que aprueba el presupuesto, a pesar de la incidencia y el lobby político hecho al interior de la misma, no fijó una partida presupuestal y eso que los 11 diputados manifestaron su total apoyo a este espacio de diálogo y concertación con quienes representan la población más vulnerable y mayoritaria del departamento. Y como si fuera poco el Alcalde de Puerto Carreño Marcos Pérez, se negó rotundamente a apoyar la iniciativa, cayendo en una actitud de desconocimiento y segregación con los pueblos indígenas.
Hoy tenemos un reto y es avanzar más allá del diálogo; es materializar los acuerdos que no se cumplen. No queremos seguir asistiendo a un diálogo de sordos, a enfrentarnos a un escenario donde los asistentes del Gobierno a pesar de reconocer la diversidad étnica y multicultural del país; no asumen, ni reflejan en sus actuaciones comprender la realidad indígena del departamento. No queremos asistir a un espacio donde no hay soluciones y no se Concerta nada y lo más grave; a un espacio donde los veedores y garantes como la Procuraduría y Defensoría se ausentan de estas deliberaciones y compromisos.
El Gobierno Departamental debe pasar del dicho al hecho y que la excusa para no avanzar sea la ausencia de recursos económicos, hay que orientar los recursos públicos a soluciones reales y concretar, de plano no resolveremos todas las necesidades pero hay que dar el primer paso. Los alcaldes no son exentos de este compromiso y de la responsabilidad que tienen como agentes del estado y que representan cada gobierno en cada municipio. Esperamos que en la tercera sesión haya resultados concretos.