La nueva era del Hospital Departamental de Guainía

Faltan cinco minutos para que sean las diez de la mañana. Es miércoles 21 de junio y Uriel Martínez acaba de salir de una cita de odontología en el Hospital Departamental Intercultural Renacer de Inírida. “Esta mañana saqué mi cita y ahoritica mismo me atendieron”, dijo. Entre la primera y la segunda acción pasaron escasos 90 minutos.

El pasado 1 de junio el hospital más importante Guainía, ubicado en la ciudad Inírida, cambió de administración, de nombre (pasó de llamarse Hospital Manuel Elkin Patarroyo a ESE Departamental Intercultural Renacer), y dejó de ser administrado por un privado para ser gerenciado directamente por el departamento.

En muchos sentidos, los cambios en el hospital los han podido sentir los iniridenses durante los primeros cambios de la administración. “Creo que está mejorando y espero que siga así”, dijo Martínez. Samuel Agapito, otro paciente que acudió al hospital el pasado 14 de junio dijo que la atención es más rápida que antes, por lo que considera que las cosas en el centro médico “están mejorando”. Durante la era del Manuel Elkin Patarroyo, los usuarios todo el tiempo se quejaron de la atención en el hospital y las demoras para otorgar las citas.

El cambio en la administración del hospital no implicó cambios en el Modelo Integral de Atención de Salud (MIAS) que rige hace siete años en Guainía, donde la única EPS que opera en el territorio departamental es Coosalud. La Secretaría de Salud precisó que, de acuerdo a una prórroga emitida por la Superintendencia Nacional de Salud, Coosalud seguirá operando el modelo de aseguramiento en Guainía hasta el próximo 31 de octubre.

En una rueda de prensa realizada el pasado 7 de junio, la entonces secretaria de Salud de Guainía, Eliana Peña*, dijo que, pese a las dificultades propias que ha generado el cambio de administración del centro hospitalario, la entidad no ha suspendido la atención.

La funcionaria detalló que, para ese día, además de consulta por medicina externa, sicología y nutrición, las especialidades de pediatría, ortopedia, medicina familiar, cirugía, ginecología, anestesiología y radiología, estaban operando con normalidad. Y aseguró que en la ESE Departamental también se estaba brindando atención en consulta externa, cirugía y cirugía de urgencia.

Pacientes acuden a servicios en el hospital. Foto: Edgar Guajo.

Para el diputado Nelson Palomar, quien hace algunos años fue gerente del hospital departamental y también secretario de Salud del departamento, es importante que el hospital ahora esté en manos de la Gobernación de Guainía, pero cuestiona la manera en que se dio el cambio de administración. “Desde diciembre la Asamblea le aprobó (a la Gobernación) el inicio del hospital para que empezarán los trámites, pero las cosas no estaban listas, el proceso de alistamiento debió haber sido antes, pero recibieron y después empezaron a listarse, entonces esto va a retrasar una adecuada atención”.

Durante los dos o tres días posteriores al cambio de administración, el hospital departamental centró sus esfuerzos en la atención de urgencias y hospitalización, pero paulatinamente fue normalizando el servicio en consulta externa y las especialidades.

Según Nolasco Baena, actual gerente del hospital, los traumatismos se han generado porque la directiva que iban a preceder les impidió hacer un empalme adecuado, permitiéndoles el ingreso a las instalaciones del centro médico una hora antes de iniciar la nueva administración. Entonces, la demora en el cambio de software para el manejo de la información, ha dificultado la operación en el centro médico.

De manera insistente, EL MORICHAL buscó un comentario de la anterior gerente, Nancy Deaza, sobre el presunto sabotaje. Aunque manifestó interés por dar su opinión, hasta el cierre de esta edición no fue posible obtener su versión.

Palomar también ha cuestionado la nueva junta directiva del hospital, “porque desde el comienzo se miraba que era una junta que no iba a tener un proceso transparente de elección”. “Considero que no es muy transparente, por ejemplo, que el representante de los usuarios sea el hermano del chófer del gobernador […] entonces, se supone que, si vamos a crear una empresa, pues hay que crearlo con lo mejor y no puede la Administración ponerse a improvisar con algo tan delicado como la salud”, dijo el diputado.

Foto: Edgar Guajo.
Sin contrato con la EPS

Martes 14 de junio. Santiago Díaz es un adulto mayor indígena que hoy está en el hospital Renacer reclamando medicamentos, pero no se los entregan porque la responsabilidad de otorgarlos es de la EPS Coosalud y como entre las dos entidades no hay un convenio (que sí existía antes porque el Hospital pertenecía a mismo grupo económico de la EPS), los usuarios ya no pueden acceder a los medicamentos directamente en el hospital (como lo hacían antes) sino que deben ir a la sede de la EPS.

En un comunicado emitido el 17 de junio, firmado por el gerente del hospital Renacer, la ESE Departamental precisó que “no realizará dispensación de medicamentos farmacológicos ambulatorios” para las pacientes de Coosalud, “debido a que no se efectuó un acuerdo contractual con la misma”. 

Pese a ello, los usuarios siguen siendo atendidos en el hospital. “La persona debe venir con su documento de identidad y nosotros ya en el sistema verificamos dónde está asegurado y se le presta la atención solicitada”, detalló Lina sabogal, subgerente de servicios de salud del hospital, y cuestionó que la administración saliente le hubiese programado citas de especialidad a algunos pacientes para los primeros días del mes de junio, a sabiendas del cambio previsto. “Cómo es posible que citaran a personas en la agenda nuestra”.

Durante la rueda de prensa del 7 de junio, la secretaria Peña fue enfatizó en que, quien debe garantizar la entrega de medicamentos, así como las citas a las especialidades, es la EPS. “Es importantísimo que todos los usuarios, pacientes, que tengan fórmulas de medicamentos que no han sido entregados, deben acudir a la EPS”, dijo. 

En Colombia las EPS garantizan la atención en salud de sus afiliados a través de las IPS (hospitales, clínicas, centros de atención) propias o a las que les pagan por esos servicios. Como en Guainía el único hospital que existe es el departamental, la EPS debe contar con sus servicios, sin embargo, hasta el 17 de junio no se había efectuado un contrato entre las dos partes. 

Foto: Edgar Guajo.

Además de poner en riesgo la atención de los pacientes, la falta de un convenio o contrato es importante porque de eso dependería, en gran medida, la sustentabilidad económica de la ESE Hospital Departamental Intercultural Renacer. “¿De dónde provienen los recursos de un hospital, público o privado? De la venta de los servicios […] Las EPS tienen la obligación de contratar con los hospitales y clínicas para poder atender a sus usuarios”, dijo la secretaria de Salud. “La ESE tiene uno grandes desafíos (y) debe contar con el apoyo de la EPS que continúa operando en el territorio, para garantizarse los recursos y que puedan hacerse esas atenciones”.

Entre sus cuestionamientos al proceso de empalme, el diputado Palomar manifestó que la nueva administración debió firmar los convenios respectivos con anterioridad, para no afectar a los usuarios. “Estamos retrocediendo, y espero que no sea por mucho tiempo, al antiguo sistema”, en donde se generaban grandes trabas para que el centro hospitalario recibiera el pago por los servicios prestados. El cambio en la administración del hospital era, y sigue siendo, la esperanza de muchos guainianos por tener un servicio de atención en salud oportuno y de calidad en el territorio. En los primeros 20 días de la era del Hospital Departamental Intercultural Renacer hay algunos indicios de que las cosas van a mejorar, pero la turbulencia inicial también provoca cierta incertidumbre.

*Nota del editor: El pasado 28 de junio hubo cambio de secretaria de Salud en Guainía, acá puede conocer más detalles.

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