Ignorar el peligro para ganar la competencia
Las niñas se están divirtiendo. Son las cuatro y cuarto de la tarde y bajo un sol radiante dan vueltas a toda velocidad en la pista de patinaje. Una morenita, que no es la más chiquita ni la más grande en ese grupo conformado por una treintena de patinadoras, es la más ágil de todas: da dos y hasta tres vueltas mientras las más inexpertas, una. En el centro del escenario deportivo un hombre de mediana estatura y abdomen pronunciado da órdenes, pide aumentar la velocidad, el pito es su mejor aliado. Él es Alejandro Castro, el director y entrenador del club de patinaje Fénix.
Hace menos de un año las integrantes de Fénix, la única escuela de patinaje de Inírida, entrenan en la pista ubicada en el Complejo Deportivo del Inder Guainía. Pero todas las tardes utilizan el escenario contradiciendo las indicaciones del Instituto Departamental de Recreación y Deporte, de no hacerlo.
“Bajo nuestra responsabilidad y tratando de hacer un trabajo muy responsable, hemos tenido que usarla en el nivel en que se encuentra la pista, porque no está totalmente terminada”, dice el entrenador Castro.
La pista se construyó entre los años 2018 y 2019. La obra, que tuvo un valor cercano a los 2.900 millones de pesos, fue proyectada bajo la administración del gobernador Javier Zapata (2016 – 2019), quien hoy paga una condena de más de nueve años por haber cometido un multimillonario desfalco al departamento. Sin embargo, el proyecto nunca se terminó.
A la pista de patinaje le hace falta el neopreno y policarbonato que van pegados a las barandas del escenario deportivo, que son de vital importancia para la integridad y seguridad de los deportistas. “Es como el muro de contención que se necesita para la seguridad total de los niños”, dice Castro.
Desde hace varios años la Contraloría General ha advertido sobre las irregularidades en la ejecución de esa obra, a la que le hizo falta un 14% para que fuera terminada en su totalidad.
Dando respuesta a un derecho de petición interpuesto por EL MORICHAL, el secretario de Planeación Departamental, Carlos Mario Martínez, precisó que la obra “se encuentra en el estado «terminado» por el vencimiento del plazo extintivo de duración del contrato, desde el 18 de diciembre del 2019”, pero no se ha suscrito el acta de recibo final de obra a satisfacción por parte de la supervisión, por lo que tampoco cuenta con el acta de liquidación. El funcionario departamental también detalló que al contratista le pagaron, por concepto de anticipo y un pago parcial, un total de $2.596.692.856.
El profesor Castro conformó el club de patinaje Fénix en 2016, por eso abogó para que el exgobernador Zapata se comprometiera con el proyecto de la pista de patinaje. Tenía “la expectativa más grande del mundo”, dice el entrenador. Como el tiempo de ejecución inicial de la obra estaba proyectado para cinco meses, Castro empezó a planear una gran inauguración, un evento deportivo que convocara a clubes de toda la Orinoquía. Pensaba llevar también, asegura, campeones mundiales para que participaran del evento inaugural.
Pero las ganas de gritarle al mundo que, con un bonito escenario deportivo, Guainía entraba por la puerta principal a las ligas nacionales del patinaje, se fueron aguas abajo como espuma de río. La pista quedó casi lista. Falta la protección que llevan las barandas del escenario.
Desde el 2019 la obra no volvió a tener ningún tipo de intervención. Con vistosos y relucientes colores, la pista empezó a convertirse en un monumento a las irregularidades que tanto aquejan a las obras de infraestructura en la región. Los integrantes del club Fénix solo podían conformarse con mirarla, y ver como se empezaba a deteriorar por el abandono, porque ellos tenían que seguir entrenando en el polideportivo cubierto del barrio El Berlín, un escenario que no es adecuado para practicar el patinaje de manera competitiva.
“Nosotros nunca nos atrevimos a venir porque obviamente estábamos esperando que se hiciera la formalidad y se hiciera formalmente la entrega de este escenario deportivo. Pero decidimos tomar, con la vocería de casi todos los padres de familia, el uso de esta pista bajo la responsabilidad de nosotros”, dice Castro durante una breve pausa en el entrenamiento.
Desde mediados de 2023 las patinadoras del Fénix (aunque el club es mixto, en el grupo de nivel básico solo entrenan mujeres) se toman la pista de patinaje desde las cuatro de la tarde. “El cambio es total en diámetro y en rendimiento.. Esto cambia absolutamente toda la perspectiva de entrenamiento que teníamos”, explica el entrenador.
“El año pasado con los seis meses que tuvimos de trabajo en esta pista logramos ir a Santa Marta y nos trajimos 48 medallas, con una excelente participación”, recalca Castro. A mediados de julio de este año esperan representar al departamento de Guainía en una competencia en el Tolima. “Si no fuera posible utilizar este escenario, créame que los niños no se acercarían ni a un 20% de lo que se necesita para que ellos puedan hacer una representación en Ibagué”.
Pese al inminente riesgo al que se enfrentan las patinadoras, en los nueve meses que llevan utilizando la pista, no han tenido ningún accidente. “Todos los padres de familia han firmado el consentimiento porque ellos saben que la pista mal administrada, o sea, donde nosotros no sepamos trabajar bien en esta pista, podemos generar accidentes”, dice el entrenador Castro.
En años anteriores, un niño ingresó a la pista sin autorización y sin supervisión de un profesional y tuvo un accidente comprometedor. Aunque el hecho no pasó a mayores, permite entender que la falta de protección en la pista atenta contra la integridad de los deportistas.
El profesor Castro aseguró que, pese a la recomendación del Inder Guainía de no ingresar, seguirán utilizando la pista de patinaje porque esto les permite ser más competitivos. El deporte es así: a veces hay que arriesgar un poco para subir al podio.