Historia de un niño que trabaja para responder por su mamá
Por: Julieth De la Espriella
Bladimir es un niño indígena de 13 años que desde hace algún tiempo vive en la ciudad de Inírida junto con su madre Juana Pérez. A tan corta edad no ha tenido una infancia como la de cualquier otro niño normal. Su madre sufre de trastornos mentales.
Bladimir tiene que llevar el sustento diario a la casa, trabaja y es estudiante de sexto grado en el colegio Francisco Miranda del Paujil, donde recibe almuerzo y lo guarda para compartirlo con su mamá. Trata siempre de llegar temprano a la casa para cuidar de la salud de su progenitora. Dice que cuando no puede recibir el almuerzo tiene que dormir con un vaso de agua en el estómago, y en ocasiones con nada.
Su hermana trata de ayudar, pero no cuenta con un trabajo estable, así que pocas veces puede aportar algo. Son personas muy humildes que día a día tienen la fe de que alguien les brinde una mano.
Es una familia en estado de vulnerabilidad, viven en arriendo en el barrio La Primavera etapa II y cada fin de mes se ven enfrentados a la dicotomía de dejar de comer para pagar el arriendo. Bladimir explica que siempre por estas fechas “está próximos a vencerse el mes, no saben cómo pagar, ya llevamos dos meses atrasados”.
El menor dice estar agradecido con las personas de buen corazón que conocen su historia y le han colaborado de alguna manera con alimentos, y demás. Pero tiene claro que estas ayudas son temporales, por eso pide que el Gobierno le ayude con un lote y así poder hacer una casa para él y su familia, sin tener la preocupación de reunir el dinero para al arriendo a final de mes.
Bladimir dice tener en mente interponer una Acción de Tutela con la mediación de la Defensoría del Pueblo regional Guainía, para ver si logra tener la atención de las administraciones.
Donde vive este niño yo deseo darle una remesa