Hace 50 años: Así nació el cuerpo de bomberos de Inírida

En junio de este año el Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Inírida cumplió los 50 años de su creación. Cinco décadas en las que han atendido incendios de toda índole, inundaciones y al menos 14 accidentes aéreos.  En la actualidad solo uno de sus fundadores se encuentra con vida: el capitán Guillermo Diaz Sabogal.

El pasado 6 de junio, durante la celebración del natalicio de esa unidad bomberil, Diaz Sabogal hizo un completo recuento de lo que han sido estas cinco décadas para los bomberos de Inírida.

El capitán Guillermo Diaz Sabogal

Todo empezó el 5 de junio de 1971 sobre las dos de la tarde cuando en un estadero de la época conocido como ‘La Selva’, ubicado en la esquina frente al hoy Bancolombia, se presentó un terrible incendio. En ese entonces -según cuenta don Guillermo- Inírida era una ciudad en pañales con no más de cinco años de creación y escasos 1.800 habitantes.

El incendio fue prácticamente un asunto de todos. Acudió mucha gente a tratar de controlar las llamas, pero fue una tarea difícil por la intensidad del fuego y la falta de recursos. Además, el negocio, como casi todas las viviendas de la época, estaba construido de madera y techo de palma. El saldo total: tres casas quemadas y algunas personas lesionadas.

Al día siguiente -6 de junio- varios de los socorristas se reunieron para comentar la incidencia, los riesgos que enfrentaron y evaluar las perdidas. Entre los presentes estaba Jorge Hugo Peláez -uno de los creadores del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Leticia (Amazonas)-, y propuso crear la unidad de bomberos de Inírida para recibir capacitaciones y trabajar en posibles emergencias similares a la acaban de tener.

La primera junta directiva quedó conformada por Jorge Hugo Peláez (comandante), Luis Carlos Alce (sub comandante), Guillermo María Prado (secretario), Luis Antonio Borjas (tesorero), y los vocales Guillermo Díaz Sabogal, Guillermo Castiblanco, Marco Antonio Lara y Abdul Escobar; y otros diez voluntarios más.

Al mes de la fundación, el Cuerpo de Bomberos de Inírida ya tenía 40 voluntarios dispuestos para la atención de cualquier emergencia, recuerda Diaz. El comisario especial del Guainía para la época, Cleomedes Caballero, dispuso de una volqueta, un tanque de mil litros y una motobomba. Además, recibieron mangueras, overoles, goleanas e instrucción por parte de los bomberos de Villavicencio (Meta).

En septiembre de ese mismo año, gracias a una visita de los ministros de Defensa y de Gobierno, recibieron uniformes y overoles. En el mes de noviembre se graduaron de manea oficial los primeros 40 bomberos voluntarios de Inírida, incluyendo toda la directiva.

Al principio, para recoger dinero para los gastos de funcionamiento, los bomberos recibían donaciones del comercio y la ciudadanía, realizaban basares, rifas y reinados. También recibieron apoyo de políticos como los congresistas Ángel Barajas o Guillermo Brito Garrido.

La primera máquina con la que contó el Cuerpo de Bomberos de Inírida fue una Dodge 300 modelo 74, entregada a finales de 1975 por el comisario Caballero antes de terminar su mandato. El vehículo también sirvió para realizar el suministro de agua a la ciudadanía.

En toda su historia, diez han sido los comandantes que ha tenido la estación de bomberos. Jorge Hugo Peláez, Luis Antonio Borjas, José Antonio Perdomo, Orlando Moncada, Yamir Torres Chatere, Manuel Tiberio Mora, José Harris Bustamante, Guillermo Díaz Sabogal, Juan Fernando Arias Durango.  William Martínez Castillo es el actual comandante.

Integrantes del actual Cuerpo de Bomberos de Inírida.

La lucha por sobrevivir

La Ley 322 del 4 de octubre de 1996 prohibió todos los mecanismos que tenían hasta entonces las unidades bomberiles para adquirir recursos porque les otorgó a los alcaldes la obligación de crear las fórmulas para cumplir con el servicio de la prevención y control de incendios, a través de los bomberos voluntarios. Pero fue peor el remedio que la enfermedad.

“A pesar de la crisis financiera y falta de logística algunos sobrevivientes como mi persona, el capitán William Martínez, los tenientes Héctor García Cuarta, José Ortiz y otros voluntarios con apego a la institución se aferraron a la idea de sostenerla a punta de esfuerzo y voluntad personal con el fin de sacarla a delante”, aseguró Diaz Sabogal.

En agosto de 2012 se promulga la Ley 1575, conocida como la ‘Ley General de Bomberos de Colombia’ -que deroga la Ley 322 del 96-, que, en palabras de Diaz, les ha permitido mayor acceso a recursos a todos los cuerpos bomberiles del país. De esa manera, el Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Inírida ha ido mejorando la imagen, recibiendo herramientas para la atender incendio forestales y equipos de seguridad para la atención de incendios estructurales.

Las peores tragedias

Entre los hechos históricos que han tenido que afrontar los bomberos de Inírida están los incendios forestales del verano de 1976 y la intensa inundación posterior en el mismo año; el incendio de un bote tanque cargado con 15 mil galones de gasolina, en resguardo El Paujil; el siniestro de una avioneta de Satena ocurrido a dos kilómetros del aeropuerto, en donde murieron 10 personas; y otros 14 accidentes aéreos ocurridos por el mal estado de la pista de aterrizaje del municipio antes de ser pavimentada.

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