
Falleció en Puerto Carreño el Padre Pedro Manuel Herrera
La noticia del fallecimiento del Padre Pedro Manuel Herrera González, de 49 años, conmocionó a la comunidad católica de Puerto Carreño, Vichada. El presbítero, quien sirvió como párroco de la Catedral “Nuestra Señora del Carmen”, y que desde el 2019 venía cumpliendo funciones de Provicario en la capital vichadense, murió en la mañana de este 10 de junio.
Según información extraoficial, las causas de su deceso estarían asociadas a un paro cardíaco que sufrió el religioso cuando se encontraba en su residencia.
Pedro Manuel Herrera González, era oriundo de Gámeza- Boyacá. Entre 1996 y 1998 realizó estudios de teología en la ciudad de Bogotá, fue misionero pastoral y redentorista. En el año 2000 se ordenó como diacono y posteriormente recibió la ordenación presbiteral. Su trabajo lo llevó por departamentos como Putumayo, Manizales, Risaralda, Córdoba y Quindío. En el año 2019, sirvió en la Parroquia Catedral de Nuestra Señora del Carmen de Puerto Carreño, Vichada como Provicario.
Tristeza entre sus feligreses
Algunos carreñense lamentaron el deceso repentino del religioso.
“Es una noticia muy triste, en mi caso, el Padre Pedro, representaba el equilibrio de la Iglesia de aquí. Nos deja en huerfandad en nuestra Iglesia, como cuando uno pierde al Papá, el soporte de la casa” dijo Alcaly Azabache a EL MORICHAL.
“Era una persona receptiva, pero con la seriedad y coherencia en su actuar. Siempre cortés con todo el que se encontraba, transmitía respeto y mantenía esa solemnidad que debe tener la iglesia. Nos daba la sensación de un verdadero líder religioso” puntualizó Azabache.
Lucía Martínez manifestó que “era un gran guía espiritual permanente y con amplia experiencia. Sí algo le destaqué a ese señor era su humildad y serenidad, tenía palabras muy asertivas para ayudar con sus consejos a los demás. Era muy prudente en su accionar. Lo vamos a extrañar”.
De acuerdo a lo explicado por los representantes de la iglesia en Puerto Carreño, esta tarde se estaría gestionando el traslado de los restos mortales del presbítero hacia su ciudad de origen.