El drama que viven comunidades indígenas del Resguardo Coco-Coayare por la inundación

Por: Cesar Mora - Inírida

El incremento del nivel de las aguas de los ríos del Guainía no cesa. La comunidades ribereñas son las más afectadas cada año, sin embargo, el temor de los habitantes del resguardo Coco-Coayare es que las aguas suban tanto como lo hicieron el año anterior.

EL MORICHAL habló con los capitanes de las comunidades indígenas Coco Nuevo y Coco Viejo y los líderes de los asentamientos del resguardo; “tenemos 33 familias afectadas acá en Coco Nuevo y Morichalito y en Coco Viejo hay 15 familias con sus casas inundadas, son casi 50 familias afectadas por las aguas; la preocupación que tenemos es que el río sigue creciendo y cada día vemos el agua más adentro de las casas” nos dice Juan Carlos Piña, capitán de la comunidad de Coco Nuevo. Además, “nosotros los viejos podemos adaptarnos pero los niños sufren, con el invierno hay muchos peligros, mosquitos que producen enfermedades y son los pequeños quienes sufren más”.

Para Oliverio Cardozo, capitán de la comunidad de Coco Viejo, “el gobierno tiene el deber de ayudar a las comunidades afectadas por el invierno y más si somos comunidades indígenas, estamos resguardadas por la Constitución Política de Colombia; los únicos que se han manifestado con algo, ha sido la oficina de riesgos municipal, nos trajeron una lona para encerrar las casas, unos camping y un plástico, pero son muchas familias afectadas y eso no soluciona de ninguna manera la problemática”.

El coordinador de la Guardia Indígena de las comunidades Gregorio Pereira dice que “la ayuda no es suficiente, desde el año pasado la Alcaldía ha tenido experiencia y pues se supone, que si volviera a pasar, la Alcaldía tendría que tener un plan de contingencia para poder ayudar a las familias afectadas por la ola invernal… es preocupante y le solicitamos a las entidades del municipio, departamento y el país, que nos tengan en cuenta y nos ayuden a garantizar las necesidades básicas de la población afectada”.

Laureano Vargas, líder de Morichalito, ha sufrido la inundación en carne propia, “yo tenía una hectárea de yuca dulce sembrada en las bocas del río Guaviare, pero esta semana fui y el agua había inundado todo el conuco, me tocó arrancarla toda antes de que se pudriera; estamos haciendo mañoco y casabe con ella porque el agua alcanzó a afectarla… nosotros tenemos ese problema cada año, teníamos unas huertas acá en la comunidad y el agua llegó y también las dañó… hay que buscar soluciones a mediano y largo plazo”.

Los capitanes y la comunidad afectada han estado llevando el seguimiento del incremento de las aguas, “no ha parado de crecer, anoche creció cerca de dos dedos (3 cm); nosotros necesitamos de la ayuda del gobierno para buscar soluciones a largo plazo. He hablado con los vecinos y tenemos que hacer nuestras casas más altas, ‘enbalconarlas’ para que cuando crezca el río no alcance a llegar; nosotros tenemos el conocimiento para hacer las casas y sabemos donde están los árboles para cortar la madera pero no tenemos las herramientas, las motosierras… necesitamos que el gobierno nos colabore con esas motosierras y el combustible para hacer nuestras casas altas”, añade Tito Martínez, guardia indígena de Morichalito.

Las comunidades sufren en el momento la inundación de sus casas y sus cultivos y continúan sintiendo el daño varios meses después; desde ya se siente la escasez de alimentos, los cultivos de pan coger toman entre seis y ocho meses en crecer y producir, entonces la seguridad alimentaria de estas comunidades indígenas está en riesgo cada año.

“Nosotros hicimos un censo de damnificados y lo pasamos a Gestión de Riesgos pero no hemos visto resultados, es más, la ultima vez me dijeron que ese censo no era real; nosotros como autoridades conocemos el territorio y sabemos cuales familias están afectadas” dice Piña, y continua “necesitamos que las autoridades se hagan presente y se den cuenta de primera mano de la afectación que tenemos nosotros en el territorio”.

2 thoughts on “El drama que viven comunidades indígenas del Resguardo Coco-Coayare por la inundación

  1. Y se repite como un ciclo sin fin y las autoridades ayudan a solicionar esta situación, de familias que en su mayoría son población indígena desplazada por la violencia. Como siempre le toca a cada colombian@ hacerce cargo de su infortunio.

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