Cultivo de piña, un producto que promete el desarrollo agrícola de las comunidades indígenas del Guainía
Con el objetivo de contribuir al desarrollo sostenible de las comunidades indígenas del Guainía, el ICA realiza permanentes actividades de inspección, vigilancia y control en los cultivos de ananas comosus, una variedad de piña amazónica muy común, que se cultiva en las veredas de Caño Bonito, Coco Nuevo, y en los resguardos Indígenas del departamento.
Las actividades de inspección y vigilancia que el ICA realiza a los conucos, (así se les llama a los sistemas productivos de policultivos que funcionan bajo un modelo de agricultura tradicional), consisten en revisar las prácticas que los indígenas realizan en la producción primaria de sus cultivos de piña, y de esta manera, determinar tanto los aspectos positivos como los que hay que mejorar.
Así mismo, el Instituto organiza jornadas de educomunicación dirigidas a los productores indígenas, en este caso a los miembros de la Organización de Productores, ASOKANI, a la cual se encuentran vinculadas más de 200 familias indígenas del Guainía, dedicadas a la siembra de árboles frutales amazónicos y a la siembra de piña, yuca y ají, entre otras especies vegetales que representan su principal fuente de sustento económico.
Cada actividad de educomunicación cuenta con la participación de al menos 25 productores indígenas del municipio de Inírida, que en su mayoría tienen conucos con piña y a quienes se les expone la normatividad en cuanto al manejo integrado de plagas y enfermedades de la piña, que son consideradas de control oficial, con el objetivo de que mediante el reconocimiento de los síntomas en las plantas, ellos notifiquen a tiempo ante la oficina del ICA más cercana.
Una de las enfermedades más comunes en los cultivos de la piña es la cochinilla harinosa, plaga que chupa la savia de los tallos y raíces de la planta, secretando toxinas que provocan el retardo del crecimiento y el desecamiento de la planta. Así mismo, existen otras enfermedades devastadoras como la pudrición del corazón y la raíz, y la pudrición bacterial.
“El Instituto presta acompañamiento y soluciones a estas comunidades para que ejecuten las Buenas Prácticas Agrícolas en sus cultivos, de manera que el fruto resultante, la piña, esté en buenas condiciones para el consumidor, y las comunidades encuentren mayor estabilidad económica a través de la comercialización de un producto de primera calidad”, explicó, Julio Cesar Domínguez, gerente seccional del ICA en el Guainía.
El ICA seguirá haciendo visitas de control y actividades de capacitación a todas las comunidades indígenas que dedican su labor diaria a la siembra de estos productos agrícolas, considerados de importancia económica, y reafirma su compromiso con la ejecución de estrategias encaminadas a la prevención, control y reducción de riesgos fitosanitarios en los sistemas productivos del departamento.