
Cerros de Mavicure, un paraíso místico
Por María Lucia Sarmiento*
A las orillas del río Inírida, emergen tres majestuosos molinitos de piedra oscura y desnuda: Pajarito, Mono y Mavicure, una trinidad rocosa que conforman los Cerros de Mavicure, la insignia natural de departamento de Guainía. Este paraíso se ha convertido en un punto de interés para aquellos intrépidos que desean adentrarse a los sublimes secretos de la Amazonía.
Quienes desean ser testigos de esta belleza natural, deben llegar a la capital de Guainía, Inírida, y atravesar en lancha el río que lleva su mismo nombre. Serán dos horas en donde todos los sentidos tendrán el honor de apreciar la magnificencia de los paisajes por los que viaja este cuerpo de agua serpenteante.
Al llegar, los aventureros se encaminarán a escalar por los caminos de alguna de las tres formaciones rocosas. Las pendientes son exigentes y el clima húmedo y cálido puede ser agobiante. Pero en la cima el esfuerzo encuentra un sentido, porque quienes terminen el trayecto tendrán el privilegio de apreciar la gran extensión boscosa que se une con el cielo al horizonte.
No obstante, las alturas no son el único lugar que poseen una belleza digna de admirar, puesto que los alrededores de los Cerros de Mavicure son el hogar de diferentes especies de aves, que maravillan con sus vuelos cautivadores y sus cantos armónicos. Igualmente, en este lugar habitan muchas criaturas como venados, tapires, cafuches, tigres, entre otras, quienes se encargan de mantener la armonía en los ecosistemas.
Sin más, las experiencias que ofrece este lugar son numerosas: conocer la cultura de los pueblos nativos, acampar bajo las estrellas del cielo amazónico, navegar por las aguas certeras de los ríos y ver las criaturas acuáticas en su hábitat son solo algunas de las aventuras que disfrutan los visitantes de Mavicure.
Se puede decir que la mística que flota alrededor de las formaciones rocosas es una de las razones por las que muchos aventureros lo eligen como uno de sus destinos, puesto los Cerros de Mavicure son considerados lugares sagrados para los diferentes pueblos indígenas que habitan el lugar.
Y no solo eso, Pajarito, Mono y Mavicure hacen parte del Escudo Guayanés, una de las estructuras geológicas más antiguas de Latinoamérica, por lo que representa una cuna de gran riqueza histórica; es decir, contienen los secretos del origen del territorio colombiano.
Los pueblos nativos tienen la tarea de ser guías en este recorrido y mostrar las maravillas de los cerros; son los maestros de este viaje en donde nuestros sentidos y mentes se vinculan con la Madre Tierra, desconectándonos de la rutina que nos absorbe. Pero también son guardianes y se encomendaron la misión de proteger estos templos naturales, por lo que no dejan que nadie maltrate o ensucie su hogar.
Ya que has llegado al final de esta pequeña nota, espero haberte encendido una chispa aventurera, así que te invito a que emprendas este viaje y seas parte de las 3.419 personas que han visitado el paraíso místico de los Cerros de Mavicure.
*Colaboración con: Fundación Cultural Llano Adentro