Andrés Rodas: hace un año un raudal le arrebató el sueño de ser gobernador de Guainía

Este 11 de agosto se cumple un año de la muerte de Andrés Rodas. En su nombre la Asamblea Departamental ofrecerá una misa en la Catedral de Inírida, hoy a las 11 de la mañana. Su familia también invita a una eucaristía en la Catedral a las 6:00 pm.

Con este artículo (algunos apertes, incluyendo el título fueron reeditados) EL MORICHAL registró su fallecimiento, en la edición impresa del mes de agosto del año pasado:

Era domingo. El joven candidato a la Gobernación de Guainía por el Centro Democrático, Andrés Rodas, se disponía a visitar junto a su equipo de campaña uno de los lugares más alejados de su departamento. Llegaría con sus propuestas hasta el último rincón de la ‘Tierra de muchas aguas’. Por eso, aquel 11 de agosto de 2019 su destino era la comunidad indígena de Corocora, en el noroccidente de Guainía.

Para llegar hasta esa pequeña población, la única manera es hacerlo por el río Guaviare. La ruta de Rodas y su equipo fue trasladarse en avión desde Inírida hasta Barrancominas para luego tomar una pequeña voladora por ese afluente que divide territorialmente a Vichada con Guainía.

Le faltaron solo 20 minutos para llegar a su destino. En el Raudal de Mapiripana -un temido tramo del río que según cuentan ha costado muchas vidas- un remolino sorprendió a la embarcación en la que se movilizaban, esto provocó que el bote se diera la vuelta y todos cayeran al agua. De las cinco personas que viajaban ese día, Andrés fue el único que no logró ponerse a salvo.

‘Becerro’, como se le conocía comúnmente en las calles de Inírida a Andrés, sabía nadar perfectamente porque desde pequeño tuvo contacto con los ríos. Tanto así que, cuando estaba pequeño estuvo a punto de morir en uno de esos afluentes que bañan al Guainía. “Disfruté de las aguas y los chapuzones lanzándome desde los más altos arboles del Paujil, aunque caí desde uno de ellos en un paseo familiar y desperté semanas después en una clínica en Bogotá para una larga y tediosa recuperación”, relataría en la autobiografía que incluyó en la propuesta de gobierno que entregó en la Registraduría el día de su inscripción como candidato a la gobernación de Guainía.

Rodas iba a cumplir 30 años (nació el 15 de septiembre de 1989) y estaba próximo a graduarse como administrador de empresas. Su carrera política la había iniciado en 2015. Con la segunda mayor votación y con el aval del Centro Democrático, fue elegido como Diputado de la Asamblea departamental para el periodo 2016-2019, pero se retiró para ser candidato a la Cámara de Representantes. Objetivo que se desvaneció porque a pesar de sacar la mayor votación individual, su lista no sumó los votos suficientes para superar el umbral. Ese liderazgo local en el partido uribista lo llevó a ser nombrado gerente de la campaña presidencial de Iván Duque en Guainía.

Finalmente, Rodas decidió poner su nombre a consideración de los suyos para ser el próximo gobernador. Soñaba con ‘Un Guainía para todos’ y la implementación de políticas públicas innovadoras orientadas a garantizar y promover el desarrollo sostenible y encausar la inversión pública y la responsabilidad social.

Mientras intentaba llegar con ese mensaje a todas las comunidades del Guainía, un raudal por el que había cruzado muchísimas veces le arrebató el deseo de llegar al cargo más importante que pueda tener un departamento.

Una vez se conoció la noticia del naufragio, Andrés Rodas fue declarado como desaparecido y se puso en marcha una gran operación de búsqueda que terminó 36 horas después cuando su cuerpo sin vida fue encontrado aguas abajo del lugar donde ocurrió la tragedia.

Su cadáver fue trasladado hasta la ciudad de Inírida y el Parque Flor de Inírida fue el escenario de velación, lugar hasta el que llegaron centenares de personas para darle el último adiós, incluyendo a la senadora Paloma Valencia que viajó desde Bogotá para acompañar por unos instantes a la familia del joven político.

Su sepelio se realizó el cementerio de Inírida en la tarde del 14 de agosto. ¡Paz en su tumba!

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